En muchas ocasiones, cuando experimentamos , nuestra primera reacción es preguntarnos: “¿Qué ha pasado? ¿Por qué me siento así?”. Si existe un evento claro que lo desencadena,
identificar la causa y buscar soluciones resulta más sencillo. Sin embargo, no siempre es tan evidente. A veces, el malestar no parece tener una causa concreta, lo que puede generar confusión y frustración.
En este post exploraremos cómo nuestros pensamientos, tanto sobre el pasado como sobre el futuro, pueden ser una fuente significativa de este malestar emocional y qué herramientas podemos emplear para gestionarlos mejor.
El papel de los pensamientos en el malestar emocional
Aunque muchas veces buscamos respuestas externas a cómo nos sentimos, nuestra mente juega un papel crucial en nuestras emociones. Los pensamientos, ya sean sobre situaciones pasadas que nos generan culpa o tristeza, o anticipaciones de un futuro que tememos, pueden influir enormemente en nuestro bienestar.
El pensamiento es un flujo constante, y no podemos controlar qué ideas aparecen en nuestra cabeza. Pero lo que sí podemos controlar es nuestra atención, es decir, si decidimos mantenernos enganchados a esos pensamientos o si dirigimos nuestra mente hacia otro lugar.
Por ejemplo, muchas personas tienen dificultades para conciliar el sueño porque sus mentes están ocupadas con preocupaciones como:
- “¿He dicho lo correcto hoy?”
- “¿Debería haber actuado de otra forma?”
- “Seguro que esto saldrá mal y decepcionaré a alguien.”
Mientras nuestra mente se aferra a estos pensamientos, es casi imposible alcanzar el estado de relajación necesario para descansar. Este fenómeno no solo afecta al sueño, sino que es extrapolable a muchas otras situaciones de la vida cotidiana.
¿Cómo identificar pensamientos que generan malestar?
La clave para gestionar este tipo de situaciones es tomar conciencia de nuestros propios pensamientos. Observarlos con detenimiento nos permite identificar aquellos que están contribuyendo a nuestro malestar. Aquí tienes algunas estrategias útiles:
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Haz un escáner mental:
Dedica unos minutos a reflexionar sobre qué pensamientos han ocupado tu mente en las últimas horas. Pregúntate:- ¿Estoy reviviendo algún evento pasado que me genera incomodidad?
- ¿Estoy anticipando un escenario futuro que me preocupa?
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Anota tus pensamientos:
Llevar un registro de tus pensamientos puede ayudarte a ser más consciente de ellos. Al escribirlos, es más fácil identificar patrones o temas recurrentes que estén afectando tu estado emocional. -
Etiqueta tus emociones:
Una vez que hayas identificado un pensamiento, pregúntate qué emoción te provoca. Por ejemplo, un pensamiento sobre un error pasado puede generar culpa, mientras que imaginar un escenario negativo en el futuro puede producir ansiedad.
¿Qué hacer cuando identificas pensamientos negativos?
Una vez que hayas detectado los pensamientos que generan tu malestar, el siguiente paso es gestionarlos. Aquí hay algunas estrategias que puedes probar:
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Redirige tu atención:
Si te das cuenta de que estás atrapado en un pensamiento negativo, intenta dirigir tu atención a algo más constructivo o positivo. Por ejemplo, piensa en un recuerdo agradable, enfócate en una tarea que disfrutes o practica ejercicios de relajación. -
Cuestiona tus pensamientos:
No todos los pensamientos que tenemos son ciertos. Pregúntate si hay evidencias reales que respalden tus preocupaciones o si estás exagerando las consecuencias de una situación. -
Practica la aceptación:
En lugar de luchar contra los pensamientos negativos, simplemente reconócelos y déjalos pasar. La meditación y la atención plena son herramientas excelentes para aprender a aceptar y soltar pensamientos sin quedarte atrapado en ellos.
Conclusión
El malestar emocional no siempre tiene una causa externa evidente; muchas veces, se encuentra en nuestra mente, en los pensamientos que elegimos mantener o rechazar. Observar y entender qué pasa en nuestra cabeza es el primer paso para gestionar mejor nuestras emociones y, en última instancia, sentirnos mejor.
La próxima vez que experimentes malestar, te animamos a que dediques un momento a analizar tus pensamientos y a practicar estas herramientas. Con el tiempo, aprenderás a identificar mejor las fuentes de tu malestar y a reducir su impacto en tu vida diaria.
Recuerda: no puedes controlar qué pensamientos llegan a tu mente, pero sí puedes decidir cómo interactuar con ellos.
Para más información sobre cómo podemos ayudarte, visita fluxua.online/. Estamos aquí para apoyarte en tu camino hacia el bienestar emocional, dondequiera que estés.
Alfonso Navarro
Psicoterapeuta, Co-Fundador y Director Clínico Fluxua
